IGLESIA POR EL TRABAJO DECENTE
Nuestro actual sistema socioeconómico, está generando cada vez mayor pobreza, injusticia y desigualdad, al centrarse en la consecución del beneficio económico y al relegar a las personas a ser un simple medio para lograr este objetivo y no a ser el fin del mismo.
Se está configurando una sociedad cada vez más desigual, una sociedad que camina a dos velocidades y en la que la supuesta salida de la crisis y la recuperación económica, sigue sin llegar a una parte amplia de la población, siendo muchas las familias y personas que actualmente se encuentran en situación de exclusión social (22,3% de tasa de pobreza en 2018).
Nos encontramos con amplias capas de la población expulsadas del mercado laboral, siendo cada vez más difícil acceder a un puesto de trabajo y lograr mantenerlo en condiciones dignas; un sistema de protección social muy débil basado en lo asistencial y alejado de la promoción de la persona; y una cada vez mayor inequidad en el acceso a determinados bienes, servicios e incluso derechos básicos.
En este contexto, constatamos cuatro situaciones…
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– Iglesia por el Trabajo Decente
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