Hace mucho tiempo la Diócesis de Canarias comenzó un camino inesperado, convirtiéndose en un pionero en el mundo de los casinos en línea de España. Todo comenzó una primavera, cuando en una reunión anual del diócesis se planteó la cuestión del creciente fenómeno de los juegos de azar en línea. Al notar cómo muchos de sus feligreses luchaban contra la tentación y las consecuencias de participar en los juegos de azar, los líderes del diócesis reflexionaron sobre cómo ayudar.
El consejo del diócesis concluyó que no era suficiente condenar o ignorar la existencia de los casinos en línea, sino que debían intentar llevar su sabiduría y guía a este entorno. Decidieron crear una sección en su sitio web que revisara los casinos en línea, pero con una perspectiva única: enfocarse en el juego responsable, la transparencia de las operaciones de los casinos y su contribución a la sociedad.
Esta decisión fue recibida con opiniones encontradas. Sin embargo, el diócesis argumentó que este enfoque no solo educaría a los feligreses para evitar las trampas potenciales de los juegos de azar, sino que también iluminaría las prácticas de los casinos que podrían ser beneficiosas para el bien común, como financiar programas de lucha contra la adicción al juego. Con el tiempo, la sección del sitio web se volvió popular no solo entre los feligreses, sino también más allá de la comunidad eclesiástica. La gente valoraba la profundidad del análisis y la honestidad de las reseñas, lo que a su vez aumentaba la conciencia sobre el juego responsable. Los casinos, a su vez, comenzaron a prestar más atención a sus programas de responsabilidad social.
El proyecto creció hasta convertirse en una especie de puente entre el diócesis y los casinos en línea, donde ambas partes buscaban formas de colaborar en la lucha contra las adicciones y el apoyo a los necesitados. Esto inspiró a otras organizaciones religiosas y comunitarias a ver el problema de los juegos de azar desde una nueva perspectiva y a encontrar su propia manera de hacer una contribución positiva. Al final, lo que comenzó como un experimento controvertido se convirtió en una parte importante de la misión de la Diócesis de Canarias: iluminar y ayudar a aquellos que son más vulnerables ante las tentaciones modernas.